miércoles, 21 de septiembre de 2016

El errado cuento de un "Páez traidor"

Por Wilfredo Bolìvar, cronista oficial de Araure

EN SU DESEO de encumbrar al Libertador Simón Bolívar, fueron los historiadores positivistas de finales del siglo XIX, quienes acuñaron un falso histórico que aún se repite: Páez fue un ‘traidor’ a los postulados de la llamada Gran Colombia. La historia ciencia demuestra lo contrario. 

La revisión de la documentación política de Colombia ofrece otra perspectiva. Desde 1819, en su compromiso con Gran Bretaña, Bolívar optó por un gobierno ‘centralista’ y controlador, a diferencia del Estado republicano ‘federal’ fundado en 1811. Ello obligó al Libertador colocar a los pies de Inglaterra el destino político de la naciente Colombia. La idea de un Bolívar “anti-imperialista” es una fábula. Bolívar es anti-imperialista ante España, pero es pro-imperialista frente a Inglaterra, de quien recibió total apoyo para concluir la Independencia. 

Desde los siglos previos a la emancipación, fundamentalmente interesa a Gran Bretaña el mercado de América. Para los ingleses, la independencia significa más un problema económico que político. Inglaterra buscó siempre apoderarse del mercado americano y sustituir el modelo español en las nacientes repúblicas. Consumada la guerra y evidenciada la bancarrota de los nuevos Estados, intentó cercenar a una Colombia endeudada con sus préstamos londinenses. En consecuencia, venida a menos la reputación financiera colombiana, Inglaterra pugnó por aniquilar la república y dividir la deuda financiera que movió su interesado apoyo. Para decirlo mejor: en 1819 Inglaterra dio origen a Colombia, y en 1829 Inglaterra contribuye a su desintegración. 

Documentación desclasificada, escasamente divulgada en Venezuela, del Foering Office de Londres (departamento de asuntos exteriores ingleses), señalan a Bolívar interesado en instaurar en Colombia, en 1829, un protectorado bajo el modelo inglés con interés de recuperar la economía en bancarrota. Como salida, Bolívar promueve durante once meses gestiones ante el gobierno inglés para instaurar en Colombia una Monarquía Constitucional, salida política rechazada por Venezuela, Ecuador y los sectores más conservadores de la antigua Nueva Granada.  

Conocida en Venezuela la errada maniobra bolivariana, se precipitó la crisis política que terminó con la separación de Colombia. Le tocó al Gral. José Antonio Páez, como primera autoridad del departamento venezolano, enfrentar esta crisis. En consecuencia, autorizado por un decreto, expedido por el propio Libertador, se le autorizó consultar al pueblo venezolano si deseaba seguir unido a la república colombiana.  

La historia oficial que se sigue contado en Venezuela, es tacaña en reconocer la crisis política en la que metió Bolívar a Colombia durante sus últimos años. Dictadura bolivariana, leyes inglesas en un anquilosado sistema colonial, economía fracasada y en ruina, modelo foráneo de gobierno bajo el sistema liberal inglés, entre otras causas, acabarán con Colombia. Consultadas las poblaciones de Venezuela, en asambleas populares con centenares de firmas, 96 ciudades expresaron su deseo de “separar” al Departamento de Venezuela de la fracasada Colombia. 

La correspondencia de Bolívar entre 1829 y 1830, deja pistas de la inminente separación. Cítese el párrafo de una carta del Libertador al Gral. Rafael Urdaneta, el 2 de enero de 1830: “Creo que el Congreso debe dividir a Colombia, con calma y justicia, ninguna oposición debemos poner a Venezuela; porque nadie quiere hacer este sacrificio a favor de una opinión política que combate interiormente con las antipatías. La Nueva Granada no nos quiere y Venezuela no quiere obedecer a Bogotá. Estamos a mano” (CARTAS DEL LIBERTADOR. Tomo VII [1829-1830], Caracas: 1969. Banco de Venezuela / Fundación Vicente Lecuna. p. 429).

Fue el propio Bolívar quien sugirió a Páez acometer la separación. El mismo Páez lo expone en sus memorias: la separación no fue obra de un solo hombre. Es un proceso histórico poco estudiado. Sin embargo, Páez sigue cargando con la culpa bajo un solo epíteto: “traidor”, un cuento manido, acuñado y repetido hasta la saciedad sin permitirnos el verdadero análisis de un contexto complejo. 

Fuente: https://www.facebook.com/notes/wilfredo-bol%C3%ADvar/el-errado-cuento-de-un-p%C3%A1ez-traidor/1367237913293042

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