Por: Wilfredo Bolívar, Cronista de Araure
Escasamente divulgados en nuestra historia regional son los
nombres de nuestros caciques aborígenes. Dos factores inciden en sus limitados
registros: en primer lugar, las pocas referencias sobre su existencia en
nuestras fuentes documentales de los siglos XVI- XVII; y, en segundo lugar,
porque durante este tiempo muchos de sus sonoros nombres se perderán con el
ritual del bautismo, sustituyéndose sus antropónimos y locativos por apelativos
católicos cristianos.