Por: Luis Javier Bazán
La gran obra que se enclava en la conocida Redoma de Mamanico de Acarigua, es autoría del ingenio escultor de Orlando Mascareño, un artista local que ha estado muy preocupado por el desarrollo de su talento y en dejar un sello personal en cada proyecto iniciado.
La gran obra que se enclava en la conocida Redoma de Mamanico de Acarigua, es autoría del ingenio escultor de Orlando Mascareño, un artista local que ha estado muy preocupado por el desarrollo de su talento y en dejar un sello personal en cada proyecto iniciado.
A finales de 1989, el artista inicia un periplo en la ciudad
de Acarigua, tras la búsqueda de un apoyo financiero que le permitiese levantar
una obra emblemática como regalo al natalicio de José Antonio Páez en 1990.
Luego de tocar algunas puertas, empresas, gremios,
comerciantes y personas con profundo arraigo paecista participaron en la colaboración
para que Mascareño pudiese cristalizar su proyecto. Conforme llegaban los
aportes, en paralelo, el artista daba forma a su escultura: una gran estatua de
más de 30 metros de alto con la figura –de pie- de un Páez apoyado en una
bandera y un cañón.
La obra se elaboró con cabillas y cemento, armada en partes,
en un galpón de la Zona Industrial de Acarigua, luego de varios meses de
intenso trabajo.
Mascareño, al tener lista la imagen, hizo contactos con
autoridades municipales para realizar una venta de la misma a la ciudad. En
medio de las conversaciones, surgió la idea de instalarla en la nueva redoma de
Mamanico y, sin persarlo, se hicieron las gestiones para su instalación.
Se utilizaron varias grúas y camiones para cumplir con el
objetivo. El primer obstáculo fue el desplome que sufrió la estatua apenas unas
semanas después de ser instalada. Debió ser movida para su reparación hasta
volver a montarla sobre la redoma.
Una vez en pie y cumplido el objetivo de instalar la obra
Mascareño comenzó otro largo camino: cobrar su trabajo.
La alcaldesa Tatiana Delgado (1989-1992) recibió el proyecto
y no hizo aporte económico alguno. Después Pedro Zapata (1992-1995), tampoco
ofreció dinero. Dimas Salcedo Nadal (1995-2000), hizo gestiones, atendió el
reclamo del artista, pero tampoco su administración rindió dinero. Douglas
Pérez (2000-2004), hizo caso omiso al compromiso adquirido por la anterior administración
y lo mismo ocurrió en la gestión de Zenaida Linares (2004-2008).
bueno gracias
ResponderEliminarsoy yo del futuro DEJA LO PAPLINCE o y devo advertirte que abra una pandemia
EliminarXd
EliminarXd
ResponderEliminar